Botones de auxilio en todo México: la propuesta de Morena

Por Bruno Cortés

 

En México, la seguridad pública no solo se juega en el Congreso, también se vive todos los días en la calle. La diputada María Teresa Ealy Díaz, de Morena, presentó una iniciativa que busca que el Estado, en todos sus niveles, deje de depender solo del 911 y empiece a usar herramientas más inmediatas: botones de auxilio conectados directamente al C5, esos centros que vigilan con cámaras y radiocomunicación gran parte de las ciudades.

La propuesta es agregar un artículo 90 Bis a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública para que sea obligatorio instalar estos mecanismos de auxilio en lugares clave: estaciones de transporte público, parques, plazas, escuelas y zonas con alta incidencia delictiva. Es decir, no poner botones al azar, sino en los espacios donde la gente más los necesita.

Hoy, más del 61 por ciento de los adultos siente inseguridad en calles y parques, y casi 69 por ciento en el transporte público, según el INEGI. El problema no es solo la percepción: en ciudades como Fresnillo, Zacatecas o Naucalpan, más del 80 por ciento de la población vive con miedo constante a ser víctima de un delito. En ese contexto, esperar 7 a 12 minutos a que llegue una patrulla después de llamar al 911 puede ser la diferencia entre detener a un agresor o dejarlo escapar.

Los botones de auxilio no son una idea nueva. La Ciudad de México ya tiene más de 15 mil postes equipados, lo que ha permitido recortar en hasta 25 por ciento los tiempos de respuesta en zonas donde están activos. El Estado de México y Nuevo León también han visto beneficios. El problema es que la cobertura es muy desigual: hay estados donde el sistema apenas existe o no está conectado al C5.

Con esta iniciativa, lo que se busca es que ya no dependa de la voluntad política de cada gobierno local, sino que sea una política pública nacional, con reglas claras: lineamientos técnicos, capacitación para atender las alertas, mantenimiento de los equipos y estadísticas para saber dónde funcionan mejor.

La lógica es sencilla: si el Estado mexicano quiere recuperar la confianza ciudadana en materia de seguridad, debe reaccionar más rápido y con más presencia en el espacio público. Botones de auxilio en plazas, escuelas o transporte no van a resolver de golpe la delincuencia, pero sí pueden hacer que la gente sienta que no está sola cuando ocurre una emergencia. Y eso, en un país donde la desconfianza hacia las autoridades es tan grande, puede marcar una diferencia real.

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