Dan Rivera, uno de los investigadores paranormales más conocidos de la actualidad y figura clave en la difusión del legado de los Warren, falleció el pasado domingo 13 de julio a los 54 años en Gettysburg, Pensilvania. Rivera participaba en la gira “Devils on the Run”, un evento itinerante que exhibía objetos supuestamente poseídos, incluido el más célebre de todos: la muñeca Annabelle. Su repentino fallecimiento ha conmovido a la comunidad especializada en lo paranormal, pues se trataba de un rostro familiar y querido, además de un ferviente creyente en el poder espiritual de su trabajo.
Según confirmó el periódico Evening Sun, Rivera fue hallado sin vida en la habitación de un hotel. A pesar de que se le aplicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), los esfuerzos fueron en vano. El forense adjunto del Condado de Adams, Scott Pennewill, informó que no hay indicios de delito y que la causa de muerte se determinará una vez finalice la autopsia, proceso que podría tomar varias semanas. Curiosamente, al momento del hallazgo, Annabelle no se encontraba en la habitación, lo que ha generado especulaciones en redes sociales pero no ha sido vinculado oficialmente con el deceso.
Dan Rivera formó parte activa de la New England Society for Psychic Research (NESPR), organización fundada por Ed y Lorraine Warren, cuyo trabajo inspiró la popular saga cinematográfica El Conjuro. La muñeca Annabelle, una figura real que data del caso investigado por los Warren en 1968, ha sido custodiada por la NESPR dentro de una caja de cristal en el Museo Oculto de los Warren. Sin embargo, fue liberada ocasionalmente para eventos especiales bajo la supervisión de Tony Spera, yerno de los Warren, quien llevó adelante la gira en la que participaba Rivera.
A través de un emotivo comunicado, la NESPR confirmó la muerte del investigador y expresó su profunda tristeza. Destacaron su integridad, generosidad y pasión por educar sobre lo sobrenatural. “Dan realmente creía en compartir sus experiencias y educar a la gente sobre lo paranormal. Su bondad y pasión tocaron a todos los que lo conocían”, expresó la organización. También revelaron que fue un colaborador íntimo de Lorraine Warren hasta sus últimos días, brindándole apoyo y compañía constante mientras su salud se deterioraba.
Rivera también fue reconocido por su participación como consultor en la serie de Netflix 28 Days Haunted, consolidando su reputación como experto en fenómenos paranormales y educador del misterio. Quienes lo conocieron lo describen como un hombre devoto, con una profunda fe en Dios, que concebía su trabajo no solo como una investigación del más allá, sino como una forma de ayudar a los vivos a encontrar respuestas y consuelo.
A pesar del luto, la NESPR ha decidido continuar con los eventos programados, convencidos de que esa habría sido la voluntad de Dan Rivera. “Creemos con todo nuestro corazón que Dan habría querido que el trabajo continuara: reuniendo personas, compartiendo conocimiento y honrando la memoria de Ed y Lorraine Warren”, afirmaron. Pidieron también respeto y privacidad para la familia de Rivera, a quien describieron como esposo amoroso, padre devoto y amigo incondicional.
La muerte de Dan Rivera deja un vacío importante en el mundo de la investigación paranormal, pero su legado, sus enseñanzas y su profunda humanidad seguirán presentes entre quienes comparten su pasión por lo inexplicable. Su partida recuerda que incluso aquellos que buscan respuestas entre las sombras, lo hacen movidos por una luz muy humana.