Acapulco a 23 de agosto, 2025.- El gobierno de Acapulco, encabezado por la alcaldesa Abelina López, hizo un pago millonario a Los Aguilar por una presentación de apenas 40 minutos. El Ayuntamiento destinó 9 millones 523 mil 600 pesos al concierto con Pepe Aguilar, Ángela Aguilar y Leonardo Aguilar, durante el XVII Festival Internacional La Nao. Esto incluye los honorarios —Pepe recibió 3 millones, Ángela 1.5 y Leonardo 1 millón— el hospedaje (más de 20 habitaciones dobles por dos noches —130 mil 200 pesos) y costos de staff, bailarines, maquillistas, fotógrafos, músicos y más.
El evento, originalmente planeado en 2023, se pospuso hasta febrero de 2024 debido a los estragos causados por el huracán Otis.
Esta noticia llega en un contexto difícil para la alcaldesa, pues enfrenta varios cuestionamientos por el manejo de recursos públicos. La Auditoría Superior del Estado (ASE) de Guerrero denunció irregularidades en el uso de 898 millones de pesos de fondos federales destinados a infraestructura social, obras públicas y reconstrucción tras el huracán, correspondientes al ejercicio 2023. López respondió con amparos y controversias constitucionales ante la Suprema Corte (SCJN), alegando que solo la Auditoría Superior de la Federación debería fiscalizar esos recursos.
Aunado a esto, la alcaldesa denunció al medio digital Acapulco Trends por violencia política de género después de que el portal difundiera dichas irregularidades. El Tribunal Electoral del Estado de Guerrero (TEEG) sancionó al periodista Jesús Castañeda con una multa de 22 mil pesos, una disculpa pública por 15 días, la publicación de la sentencia durante 30 días y cursos de sensibilización; el mismo rechazó haber sido notificado oficialmente y denunció actos de censura.
La alcaldesa defiende su honorabilidad: “Mi honestidad no está a prueba”, dijo en entrevista, y sostiene que respeta la transparencia, aunque insiste en que ASE no tiene competencia para auditar esos fondos federales.
En este marco de críticas por opacidad y gastos polémicos, pagar más de 9 millones por menos de una hora de música suena más a despilfarro que a evento cultural.