El gusano que amenaza al campo y a tu mesa: diputados exigen acción urgente

Por Bruno Cortés

 

La alerta ya está prendida en el Congreso. Diputadas, diputados, expertos y autoridades del sector agropecuario se reunieron para hablar de un enemigo que quizá no vemos, pero que está causando estragos silenciosos: el gusano barrenador. No es exageración, este parásito está afectando directamente al ganado, poniendo en riesgo la salud humana y golpeando el bolsillo de más de 800 mil familias que viven de la ganadería en México.

En pocas palabras, este gusano pone sus larvas en animales vivos, causándoles heridas graves que, si no se tratan, pueden provocar infecciones, pérdida de animales y, en casos extremos, hasta afectar a personas. Y aunque durante años México logró erradicarlo, hoy vuelve a aparecer y amenaza con extenderse rápidamente por varios estados del país.

Durante el Foro “El gusano barrenador: un desafío de salud pública desde la responsabilidad legislativa”, la diputada Liliana Ortiz Pérez explicó que este no es un tema solo de veterinarios o rancheros, sino de salud pública y economía nacional. Dijo que proteger al ganado es proteger la comida en nuestra mesa, los empleos en el campo y un sector productivo valuado en más de 600 mil millones de pesos al año.

Por eso, desde la Cámara de Diputados plantearon trabajar de la mano con instituciones como Senasica, la FAO, gobiernos estatales y hasta organismos internacionales para coordinar acciones de prevención, monitoreo y control de esta plaga. ¿Qué implica? Invertir en laboratorios, capacitar personal, usar inteligencia artificial para detectar brotes temprano, vigilar fronteras y reforzar campañas informativas para productores y consumidores.

El diputado Ricardo Gallardo, presidente de la Comisión de Ganadería, prometió que no va a faltar presupuesto ni respaldo legal para enfrentar el problema. Mientras que su compañero Alonso Vázquez advirtió que si no se actúa, las pérdidas económicas podrían superar los mil millones de pesos al año, además de afectar las exportaciones y la reputación del país en materia de sanidad.

Especialistas también tomaron la palabra. Representantes del sector cárnico destacaron la importancia del distintivo TIF, ese sello que garantiza que la carne mexicana es segura y de buena calidad. Propusieron impulsar campañas para que más gente lo conozca y lo exija. Desde organismos internacionales como el IICA recordaron que México y Estados Unidos ya están trabajando juntos, invirtiendo millones de dólares en vigilancia, simulacros y tecnología en zonas estratégicas como Coatzacoalcos, Veracruz.

También se habló del enfoque “Una sola salud” (One Health): si se protege la salud animal, se protege también la salud humana y la del medio ambiente. Porque el gusano barrenador no respeta fronteras, ni distingue si se trata de una granja chica o una exportadora internacional.

El mensaje fue claro: si no se trabaja en equipo —productores, autoridades, ciencia y legisladores— esta plaga puede salirse de control y golpear de lleno a la economía rural, a los alimentos que consumimos y a la salud pública. La solución está en prevenir, invertir y coordinar antes de que sea demasiado tarde.

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