La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, dejó claro que el país no puede seguir volteando hacia otro lado mientras miles de transportistas circulan con miedo por las carreteras. Su mensaje fue directo: las investigaciones deben dirigirse a quienes extorsionan, secuestran y matan, no a quienes salen a protestar exigiendo seguridad para poder trabajar sin que la delincuencia les arranque el sustento.
López Rabadán explicó que el problema dejó de ser exclusivo de quienes manejan un tráiler o un autobús. Cada acto de extorsión, cada asalto y cada retén ilegal termina encareciendo el transporte y, al final, golpea el bolsillo de todos. “Los ciudadanos terminan pagando el costo”, advirtió, resaltando que la inseguridad se volvió un impuesto extra que nadie aprobó y que hoy se paga por miedo.
Desde San Lázaro, insistió en que no se trata de un tema para pelearse políticamente, sino de reconocer que el país tiene una crisis seria en sus caminos y que urge resolverla. Por eso, celebró que la Cámara de Diputados aliste la discusión y aprobación de un paquete de leyes que busca atacar de raíz la extorsión, el delito que más crece en México y que, según datos que mencionó, ya representa medio punto del PIB perdido por amenazas y cobros ilegales a los transportistas.
El paquete legislativo incluye la nueva Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar los Delitos en Materia de Extorsión, además de reformas al Código Penal Federal, al Código Nacional de Procedimientos Penales, a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, la Ley Nacional de Extinción de Dominio y la Ley Orgánica del Poder Judicial. La idea es cerrar la puerta a la impunidad, agilizar procesos, desmantelar redes criminales y evitar que los extorsionadores sigan operando como si nada.
La diputada subrayó que la exigencia ciudadana es clara y que las manifestaciones recientes revelan el hartazgo de un país entero. Por eso, pidió que todas las instituciones hagan su parte y que las carpetas de investigación se abran contra los delincuentes, no contra quienes están pidiendo auxilio para poder seguir moviendo mercancías, trabajando y sacando adelante al país.
Para López Rabadán, disminuir la inseguridad es una responsabilidad compartida. Y aunque admitió que el panorama es complicado, también sostuvo que desde el Congreso existe voluntad para empujar una respuesta que deje de poner en riesgo a quienes todos los días recorren las carreteras con la incertidumbre como copiloto.
