Con árboles talados y barrios en venta, el sur capitalino dice ¡basta!

Ciudad de México, 21 de julio de 2025,- La lucha por el derecho a la vivienda y la preservación de los territorios tradicionales se hizo sentir este domingo 20 de julio, cuando cerca de 400 personas participaron en la segunda marcha contra la gentrificación en la Ciudad de México. La movilización partió desde la estación Fuentes Brotantes del Metrobús, en la alcaldía Tlalpan, y reunió a habitantes de colonias aledañas, colectivos sociales y representantes de pueblos originarios como Santa Úrsula Xitla.

La protesta tuvo como principal objetivo denunciar el encarecimiento de la vivienda, el desplazamiento forzado de comunidades históricas y el deterioro ambiental provocado por desarrollos inmobiliarios, particularmente el polémico megaproyecto Fuentes Brotantes 134. Este complejo residencial ha sido señalado por implicar la tala de árboles y afectar de manera directa el equilibrio ecológico de la zona, además de ejercer presión sobre las familias que han vivido allí por generaciones.

“Nos quieren fuera, nos ven como estorbo para su negocio inmobiliario”, expresaron vecinos durante la marcha, en la que también se escucharon consignas contra la “turistificación” y la especulación que, aseguran, ya no se limita a barrios como Roma o Condesa, sino que avanza sobre el sur de la capital.

Tensión con la policía: encapsulan a manifestantes

La Secretaría de Seguridad Ciudadana desplegó un fuerte operativo policiaco con un cerco para encapsular a los manifestantes, argumentando la necesidad de evitar incidentes como los ocurridos durante la primera marcha de julio en el centro de la ciudad. Sin embargo, esta acción fue vista por muchos como una estrategia de intimidación.

Los manifestantes insistieron en mantener el carácter pacífico de la movilización y rechazaron los señalamientos que los vinculan con actos de vandalismo. El cerco provocó momentos de tensión y confrontación verbal con los uniformados, lo que derivó en cambios improvisados en la ruta del recorrido, que originalmente iba de Fuentes Brotantes hacia El Caminero.

Defensa del territorio y exigencias ciudadanas

A lo largo del trayecto, las pancartas y consignas coincidieron en una misma exigencia: la cancelación del proyecto Fuentes Brotantes 134 y el cese a políticas urbanas que priorizan el desarrollo inmobiliario por encima de los derechos de las comunidades locales.

Los participantes advirtieron sobre los riesgos que representa la aceleración de estos procesos, especialmente en el contexto de los preparativos para eventos internacionales como el Mundial de 2026, que podrían agudizar la especulación sobre el suelo urbano.

“El sur también existe, y no estamos dispuestos a desaparecer para que otros vivan de lo que nos arrebatan”, declararon voceros comunitarios.

Una lucha que no termina

Esta segunda marcha reafirma que la gentrificación en la Ciudad de México no es solo un fenómeno del centro urbano, sino una amenaza creciente en territorios tradicionalmente marginados del debate público. Las comunidades del sur alzan la voz para exigir políticas públicas que garanticen el derecho a una vivienda digna, la permanencia de los pueblos originarios y el respeto a su entorno natural.

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