Ciudad de México, 14 de septiembre de 2025.- La reciente campaña publicitaria del influencer y cantante Jezzini ha generado un intenso debate en redes sociales debido a la polémica estrategia que utilizó para promocionar su música. Bajo la premisa de haber desaparecido temporalmente y afirmando haberse sometido a hipnosis para “cambiar su vida”, Jezzini desató críticas por trivializar temas sensibles como la salud mental y las desapariciones.
Especialistas, influencers y seguidores han señalado que este tipo de acciones representan un riesgo al banalizar experiencias que afectan a millones de personas. Influencers como Karen Etchegoyen y Yosstop fueron contundentes en sus comentarios, calificando la estrategia como “irresponsable” y un “show que juega con la confianza y la credibilidad del público”.
El rechazo social se hizo evidente cuando los seguidores, preocupados genuinamente por la desaparición de Jezzini, descubrieron que todo formaba parte de una campaña de marketing. La situación ha abierto un debate sobre los límites éticos en la promoción de contenido artístico, especialmente cuando involucra problemas de salud mental y vulnerabilidad humana.
Este caso refuerza la urgencia de que los creadores de contenido y marcas consideren el impacto real de sus estrategias, recordando que ciertos temas no deben ser utilizados como espectáculo ni como un recurso para generar lucro.