CDMX a 2 de septiembre, 2025.- El reclamo de Nariz Roja no es un tema menor: para cientos de familias mexicanas, la falta de quimioterapias significa poner en riesgo la vida de niños y niñas con cáncer. La organización civil, liderada por Alejandro Barbosa, salió a confrontar directamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, luego de que en su Primer Informe de Gobierno aseguró que el abasto de medicamentos en hospitales y centros de salud del país alcanza un 90 %.
En un video difundido en redes sociales, Barbosa fue contundente: “El 90 % que refiere usted de medicamentos es mentira. La invito a que vaya al Hospital de la Niñez Oaxaqueña, a los hospitales civiles en Guadalajara, a los hospitales públicos donde se atienden niños con cáncer”.
El activista recalcó que el movimiento que encabeza es 100 % ciudadano, sin intereses políticos o farmacéuticos de por medio, y su único objetivo es visibilizar la carencia que golpea a cientos de pacientes pediátricos. “No hay quimio, faltan medicamentos. Este movimiento no tiene cabecillas ni partidos, es la realidad que enfrentamos en carne propia”, señaló.
La respuesta de Nariz Roja cobra fuerza en un contexto delicado: septiembre es el Mes de Concientización sobre el Cáncer Infantil, una campaña internacional que busca sensibilizar sobre la detección temprana y los tratamientos oportunos. Paradójicamente, en México miles de familias denuncian que los protocolos médicos se quedan cortos ante la ausencia de fármacos básicos como metotrexato, vincristina y ciclofosfamida.
Entre el discurso y la realidad
Mientras en Palacio Nacional la presidenta aseguró que su administración garantiza un sistema de salud con medicamentos suficientes “a pesar de las calumnias y malos augurios”, en distintos estados se han reportado protestas y marchas de padres de familia. Desde Jalisco hasta Oaxaca, Guanajuato, Tabasco y la propia Ciudad de México, grupos de ciudadanos han salido a exigir lo mínimo: acceso a tratamientos oncológicos para sus hijos.
De acuerdo con registros de colectivos de salud, el desabasto de medicinas oncológicas se arrastra desde 2019 y se agudizó durante la pandemia, cuando el gobierno federal centralizó la compra de medicamentos. Aunque se han firmado contratos millonarios con laboratorios extranjeros para garantizar el suministro, en la práctica hospitales locales aún reportan estantes vacíos.
Nariz Roja insiste en que el problema no puede maquillarse con cifras nacionales. “Una cosa es el dato en la estadística y otra la realidad en los hospitales”, subrayó Barbosa. Además, retó a la presidenta a visitar los centros médicos para constatar de primera mano la carencia de insumos que enfrentan médicos y pacientes.
Una lucha que no se detiene
La organización ha documentado casos en los que padres deben costear los medicamentos en farmacias privadas, con precios que oscilan entre 2 mil y hasta 30 mil pesos por dosis, algo imposible de sostener para familias de bajos recursos. Incluso, algunos niños han tenido que interrumpir sus tratamientos, lo que compromete seriamente su recuperación.
Nariz Roja también recordó que México tiene un grave pendiente con la atención al cáncer infantil: según datos de la Secretaría de Salud y de la OMS, cada año se detectan entre 5,000 y 6,000 casos nuevos en el país, y es la primera causa de muerte por enfermedad en niños de 5 a 14 años.
“Hoy estamos defendiendo la vida, ese es nuestro trabajo y por eso levantamos la voz. No se vale decir a la gente que tenemos el 90 % de medicamentos cuando eso es mentira”, concluyó Barbosa en su mensaje.
Mientras tanto, el contraste entre la narrativa oficial y la experiencia ciudadana sigue abriendo un debate que no puede postergarse: el derecho a la salud y a los medicamentos no debería ser una promesa política, sino una garantía real para todos los mexicanos.