En un nuevo episodio trágico dentro del conflicto en la Franja de Gaza, cinco periodistas de la cadena Al Jazeera perdieron la vida tras un bombardeo israelí el pasado domingo. El ataque fue dirigido específicamente contra Anas al Sharif, corresponsal destacado de Al Jazeera, a quien el ejército israelí acusó de ser líder de una célula terrorista de Hamás, señalándolo además como un “terrorista que se hacía pasar por periodista”.
El bombardeo impactó una carpa para periodistas ubicada cerca de la entrada principal del hospital Al Shifa, en Ciudad de Gaza, lugar desde donde Al Sharif y su equipo reportaban la intensificación del conflicto. Entre las víctimas también están los corresponsales Mohammed Qreiqeh y los camarógrafos Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa, quienes cubrían día a día la guerra desde el territorio.
Este trágico suceso se suma a la lista de más de 200 trabajadores de prensa que han perdido la vida en los 22 meses de guerra en Gaza, según datos de organizaciones civiles como Reporteros Sin Fronteras (RSF). Para RSF, la muerte de estos periodistas es un reflejo de la peligrosa realidad a la que se enfrentan quienes cubren la violencia, y cuestionan el patrón del ejército israelí de acusar sin pruebas a periodistas de ser militantes, lo que afecta directamente la libertad de prensa.
El Sindicato de Periodistas Palestinos calificó el ataque como un “crimen sangriento” y condenó la violencia que afecta a la comunidad periodística en la zona.
La relación entre Israel y Al Jazeera ha sido tensa desde hace años, con restricciones, allanamientos y vetos hacia el canal. Por otro lado, Catar, que financia parcialmente a Al Jazeera, ha sido un punto clave para la política y negociación indirecta entre Israel y Hamás, situación que complica aún más la cobertura en el terreno.
Frente a esta situación, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció la intención de permitir que reporteros extranjeros entren a Gaza para cubrir la guerra, pero bajo estricta supervisión y acompañados por el ejército israelí, lo que genera dudas sobre la independencia y seguridad de estos periodistas.
Este ataque pone nuevamente sobre la mesa el peligro que enfrentan los periodistas en zonas de conflicto, quienes arriesgan su vida para contar la realidad de una guerra que ha dejado miles de víctimas y una crisis humanitaria sin precedentes.