Las redes sociales estallaron de ternura recientemente al circular imágenes de un capibara albino supuestamente recién nacido en Uruguay. Sin embargo, detrás de esa aparente buena noticia se oculta una realidad trágica: ninguno de los capibaras albinos nacidos en la Reserva López Lomba, en Tacuarembó, sobrevivió. Lo que se compartió como un hecho reciente, en realidad corresponde a un video publicado en 2022, y las crías nacieron desde 2021.
El primer nacimiento de capibaras albinos en esta reserva natural fue recibido con asombro y admiración. El albinismo, una condición genética poco común en esta especie, les confería un aspecto singular: pelaje blanco, ojos rojizos y una apariencia etérea que rápidamente conquistó internet. Las imágenes se volvieron virales no solo en Uruguay, sino también en otras partes del mundo, convirtiendo a estos animales en celebridades digitales.
Sin embargo, esa misma condición que los hizo tan especiales también los volvió extremadamente vulnerables. Según explicó el director de la reserva al diario El País, la fragilidad asociada al albinismo —como la sensibilidad a la luz solar, una visión deficiente y menor resistencia física— comprometía su salud desde el nacimiento. A esto se sumaron amenazas externas que resultaron fatales.
De acuerdo con testimonios del personal de la reserva, algunos ejemplares fueron atacados por jaurías de perros que deambulaban en las cercanías y se colaban en el área protegida. En otros casos, la presencia de personas ajenas a la reserva, que ingresaron sin autorización, también pudo haber influido en su muerte. El único capibara albino que logró alcanzar la edad adulta murió atropellado en una carretera que bordea el área de conservación.
A pesar de estos tristes desenlaces, las imágenes y videos de estos capibaras siguen circulando, especialmente cada 10 de julio, cuando se celebra el Día de Apreciación del Capibara. Fue precisamente en esa fecha de 2025 que resurgió un video publicado originalmente en junio de 2022, lo que llevó a muchos usuarios a creer erróneamente que un nuevo capibara albino había nacido. La noticia falsa sobre su posterior atropellamiento se volvió viral sin que muchos supieran que ese trágico suceso ya había ocurrido años atrás.
La historia de estos animales albinos revela una verdad incómoda: la vida silvestre, incluso en áreas protegidas, no está exenta de peligros. También pone en evidencia cómo las redes sociales pueden amplificar tanto la ternura como la desinformación, distorsionando los tiempos y los hechos.
Aunque ya no están, los capibaras albinos de Tacuarembó dejaron una huella visual y emocional en miles de personas alrededor del mundo. Su historia es un recordatorio de la fragilidad de lo extraordinario, y de la necesidad urgente de reforzar la protección de los animales en peligro, más allá de la viralidad.