Un nuevo fármaco experimental, llamado baxdrostat, ha mostrado resultados prometedores para pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) y presión arterial alta, según los hallazgos preliminares presentados en la reunión de la Asociación Americana del Corazón (AHA) en Baltimore y publicados en el Journal of the American Society of Nephrology.
El estudio de fase 2, denominado FigHTN, incluyó a 195 participantes con una edad promedio de 66 años, quienes ya tomaban medicamentos para la presión arterial, pero que aún tenían cifras sistólicas elevadas, con un promedio de 151 mm Hg. Durante 26 semanas, los pacientes recibieron una dosis baja o alta de baxdrostat o un placebo, además de su tratamiento habitual.
Los resultados mostraron que baxdrostat logró reducir en promedio un 5% la presión arterial sistólica, la cual mide la fuerza que ejerce la sangre contra las arterias cuando el corazón late. Este efecto, aunque moderado, representa un avance importante para quienes padecen hipertensión resistente, un grupo de pacientes que tiene dificultades para controlar su presión arterial con los medicamentos convencionales.
Además del efecto sobre la presión, el medicamento mostró beneficios renales potenciales. Los participantes que tomaron baxdrostat tuvieron una reducción del 55% en la pérdida de albúmina por la orina en comparación con los que recibieron placebo. La presencia de albúmina en la orina es un indicador de daño renal y riesgo cardiovascular, por lo que su disminución sugiere que el fármaco podría ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad renal.
“El ciclo entre presión alta y daño renal puede ser peligroso”, explicó el Dr. Jamie Dwyer, líder del estudio y profesor de medicina en la Universidad de Utah Health. “Estos hallazgos son alentadores porque atacan ambos problemas simultáneamente”.
El medicamento fue generalmente bien tolerado, aunque el efecto secundario más frecuente fue niveles elevados de potasio en sangre, detectados en el 41% de los pacientes que tomaron baxdrostat frente al 5% del grupo placebo. La mayoría de los casos fueron leves o moderados.
La Dra. Jordana Cohen, experta en hipertensión y enfermedad renal de la Universidad de Pensilvania, destacó que este fármaco “podría cambiar las reglas del juego en el manejo de la hipertensión en pacientes con enfermedad renal crónica”, dado que combina seguridad, eficacia y un beneficio potencial para la función renal.
Actualmente, baxdrostat se encuentra en evaluación en dos ensayos de fase 3 a gran escala para confirmar sus efectos sobre la presión arterial y la protección renal. Si los resultados se mantienen, esta nueva opción terapéutica podría representar un avance significativo para millones de personas que viven con estas enfermedades interrelacionadas.