Análisis político en México
Ayer, 25 de noviembre, Día Naranja, San Lázaro vivió una jornada cargada de simbolismo y decisiones clave. Mientras el país recordaba la violencia que enfrentan millones de mujeres, la Cámara de Diputados cerró filas para aprobar una de las leyes más esperadas: la que busca frenar la extorsión, el delito que más crece en México y que se ha vuelto un cobro ilegal que pesa sobre familias, negocios y transportistas.
La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, dejó claro que el país no puede seguir volteando hacia otro lado mientras miles de transportistas circulan con miedo por las carreteras. Su mensaje fue directo: las investigaciones deben dirigirse a quienes extorsionan, secuestran y matan, no a quienes salen a protestar exigiendo seguridad para poder trabajar sin que la delincuencia les arranque el sustento.
La tensión entre el Gobierno federal y el gremio transportista volvió a escalar. La Asociación Nacional de Transportistas advirtió que podrían convocar a nuevos bloqueos carreteros en distintos puntos del país si la Secretaría de Gobernación no atiende sus exigencias durante la reunión programada para este martes 25 de noviembre a las 11:00 de la mañana.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, cuestionó los recientes bloqueos carreteros encabezados por agricultores y transportistas, al asegurar que no existe razón para cerrar vías federales cuando, dijo, el gobierno mantiene abiertas mesas de diálogo sobre seguridad, asuntos agrícolas y la nueva Ley General de Aguas.
En la Cámara de Diputados volvió a subir el tono, y esta vez no por una reforma, sino por lo que pasa fuera del recinto: los bloqueos carreteros que productores y transportistas iniciaron en distintas zonas del país. Para el diputado Rubén Moreira Valdez, coordinador del PRI, el problema no es el bloqueo en sí, sino que desde la Secretaría de Gobernación —encabezada por Rosa Icela Rodríguez— se le quiera poner un tinte político y minimizar lo que él describe como un reclamo legítimo por la inseguridad que viven miles de conductores todos los días.
La Ciudad de México vive un lunes complicado: transportistas y campesinos han iniciado un megabloqueo que afecta tanto carreteras nacionales como avenidas clave dentro de la capital. Las autoridades han reportado cierres desde primeras horas y varias marchas en varios puntos de la ciudad, provocando congestión vial y largas filas desde distintos accesos.
La Secretaría de Gobernación reiteró su disposición total al diálogo con transportistas y productores ante las manifestaciones y bloqueos previstos para este 24 de noviembre. A través de un comunicado, la dependencia llamó a las organizaciones inconformes a privilegiar el entendimiento y la interlocución institucional para atender sus demandas sin afectar a terceros, al comercio ni al libre tránsito.
Diversos grupos de transportistas y agricultores instalaron este lunes bloqueos en carreteras federales y estatales, en protesta por lo que describen como un “abandono institucional” y por el aumento constante en los costos de operación.
La tensión volvió a encenderse entre el Gobierno federal y los sectores transportista y agrícola, luego de que sus dirigentes confirmaran que el paro nacional con bloqueos carreteros previsto para el próximo 24 de noviembre sigue en pie, a pesar de los esfuerzos de conciliación.
